Naguib Miquelfuz

Ante todo pido perdon a los fieles seguidores de tan distinguido escritor por mi atrevimiento, pero en este nuevo report post-cafe no se me ha ocurrido otro personaje mejor al que rendirle homenaje.

Y es que si bien antes he tratado de dibujar un somero boceto sobre uno de los lugares mas bellos arqueologicamente hablando, esta vez le toca el turno a la Gran Urbe, al immenso hormiguero humano que constituye la actual capital del pais: El Cairo.

Tras haber dado buena cuenta ayer de una comida egipcia en toda regla (compuesta de los clasicos pichones rellenos, la famosa mulukheya, el tradicional cordero, el omnipresente arroz y varios tipos de empanadas rellenas) y haber sentido que el estomago pedia auxilio ante tan atroz invasion, decidi tomar un mango fresco y un te para cenar, esperando ver como reaccionaba mi apetito esta maniana. De este modo, tras el frugal desayuno que los propietarios de mi hotel me han ofrecido (creo que por mas que lo intente jamas llegare a poder apreciar en su medida el tipo de cafe turco-preparadoencalcetin que toman habitualmente...) he decidido que hoy me sentia (aun mas) occidental y he recurrido a ese restaurante que todos tenemos como preferidos en nuestras ciudades adoptivas. En este caso se llama "Estoril" y su cocina, fusion de las artes culinarias francesa y libanesa, asegura una digestion absolutamente ligera. No en vano la crema de tomate, la ensalada de queso fresco con tomates machacados y las costillas de ternera con "pommes frites" han provocado toda una harmonia sensitiva en mi interior. A continuacion, y tras una breve siesta al amparo de mi ruidoso ventilador, he decidido completar mi "jornada occidental" con un helado de mango y fresas (incluidos los tropezones) y un expresso lo mas italiano que puede esperarse estando en tal latitud, en la pasteleria-cafeteria Groppi (antiguamente un distinguido lugar de encuentro de las elites francofonas, hoy venido a menos).

Mientras digeria toda la retahila de alimentos y postres mencionados recordaba instantaneas de esta caotica aunque atrayente ciudad... recordaba la conversacion que tuve por la maniana con un picapedrero frances destinado al templo de Karnak 8 meses al anio, las curiosas charlas egipcioinglesaespaniolasfrancesas con los taxi-bolidos del Cairo, el surrealista interes de un policia turistico por las ruinas del Macchu Picchu (?), el minucioso repaso visual al que te ves sometido cuando entras en Abu Tarek (restaurante autoctono de obligada visita para aquellos que se deleitan con el apetitoso Koshary) o la mini charla que tuve con una estudiante espaniola que acababa de enterarse que su solicitud de acceso a la American University of Cairo habia sido aceptada e iba a buscar un apartamento para residir los proximos 2 anios en esta magna capital. En definitiva, pensaba en como podria definirse este entramado de vidas ajenas las unas a las otras y cuyos puntos de conexion son tan breves como singulares. Y, sinceramente, no he podido imaginar una descripcion lo bastante precisa de esta enorme colmena. Lo mas parecido que mis limitadisimos conocimientos de medicina me han permitido es pensar en esas imagenes de niniez transmitidas por "La vida es asi" en la que millones de vias nerviosas se cruzaban entre si para permitir a las neuronas circular velozmente entre los distintos puntos de nuestro cerebro. No es exactamente una definicion, lo se, pero para mi modesto conocimiento anatomico, en este caso la imagen valia mas de 1000 palabras.